Me veo reflejada en otro ser que no soy yo.
A través del
espejo puedo ver lo que se convierte lentamente en mi peor pesadilla…
Rastros de
oscuridad, sangre y sombras yacen en mi interior, intentando convencerme de
algo que una vez fui.
Sólo puedo
verlo yo. Lo veo de nuevo… Me aterro…. Lloro… pierdo mi camino una vez más… y
luego… nada. Me desvanezco y pierdo contra él… o mejor dicho, ella.
Si, ella,
pues se trata de una misma cosa, persona o algo inexistente… ¡Qué sé yo! Sólo
sé que me pertenece; está dentro de mí, asechándome a cada segundo, buscando
alguna oportunidad para escapar y vengarse de mí, porque eso quiere por tenerla
prisionera en mi cuerpo y cubierta con un manto de alegría e inocencia.
Lo sé, ella
siempre está allí. Trato de no mirar mi reflejo a través del espejo, pues temo
que pueda volver a aparecer.
Ella es
mala, fría y cruel. No quiero verla, ni oírla, ni sentirla. Quiero que se aleje
de mí para siempre. Así que evito mirar el espejo, pero ya es demasiado tarde…
Vidrios comienzan a desprenderse de la pared, y un grito ahogado se desprende
de mí ser.
La sangre
helada corre por todos lados, y comienzo a desesperarme y a perder el sentido.
Escucho mis gemidos, y débilmente pido ayuda, escuchando vestigios de una voz
que dice “muerta estás, ¿Qué no ves que
he ganado una vez más? Ahora yo reino en este cuerpo, y tú sólo eres un reflejo
de mi mal pasado.” ¿Será verdad? Bueno, no lo sé, pero estoy tan débil, que
no logro escuchar lo siguiente, mejor cerraré mis ojos para que el dolor se
sosiegue.
Annabel*
mmmm, si salio de ti, simplemente es perfecto ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarAwww Felip <3 tan lindo! Muchas gracias! Esto lo escribí (como ves) hace un millón de años. Próximamente estaré publicando más escritos que he hecho en este tiempo :)
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