martes, 6 de marzo de 2012

Los dos lados de la luna


Me veo reflejada en otro ser que no soy yo.
A través del espejo puedo ver lo que se convierte lentamente en mi peor pesadilla…
Rastros de oscuridad, sangre y sombras yacen en mi interior, intentando convencerme de algo que una vez fui.
Sólo puedo verlo yo. Lo veo de nuevo… Me aterro…. Lloro… pierdo mi camino una vez más… y luego… nada. Me desvanezco y pierdo contra él… o mejor dicho, ella.
Si, ella, pues se trata de una misma cosa, persona o algo inexistente… ¡Qué sé yo! Sólo sé que me pertenece; está dentro de mí, asechándome a cada segundo, buscando alguna oportunidad para escapar y vengarse de mí, porque eso quiere por tenerla prisionera en mi cuerpo y cubierta con un manto de alegría e inocencia.
Lo sé, ella siempre está allí. Trato de no mirar mi reflejo a través del espejo, pues temo que pueda volver a aparecer.
Ella es mala, fría y cruel. No quiero verla, ni oírla, ni sentirla. Quiero que se aleje de mí para siempre. Así que evito mirar el espejo, pero ya es demasiado tarde… Vidrios comienzan a desprenderse de la pared, y un grito ahogado se desprende de mí ser.
La sangre helada corre por todos lados, y comienzo a desesperarme y a perder el sentido. Escucho mis gemidos, y débilmente pido ayuda, escuchando vestigios de una voz que dice “muerta estás, ¿Qué no ves que he ganado una vez más? Ahora yo reino en este cuerpo, y tú sólo eres un reflejo de mi mal pasado.” ¿Será verdad? Bueno, no lo sé, pero estoy tan débil, que no logro escuchar lo siguiente, mejor cerraré mis ojos para que el dolor se sosiegue. 


Annabel*

2 comentarios:

  1. mmmm, si salio de ti, simplemente es perfecto ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡

    ResponderEliminar
  2. Awww Felip <3 tan lindo! Muchas gracias! Esto lo escribí (como ves) hace un millón de años. Próximamente estaré publicando más escritos que he hecho en este tiempo :)

    ResponderEliminar